Adiós

Este es un adiós silencioso, un adiós de los que más duelen, por que sí, todas las despedidas son dolorosas. 

Hoy me desprendo de tí y ni siquiera yo lo tengo claro. Te quiero, pero más me tengo que querer yo a mí misma. Hace tiempo me prometí quererte y cuidarte, hacerte feliz para hacerme feliz y hoy ese propósito no lo he visto conseguido. 

Hoy estás más lejos que nunca y más dentro que siempre

No puedo soportar la idea de no verte. No puedo soportar la idea de no poder abrazarte, besarte, reírme como solíamos hacer, cantar, bailar, beber y querernos. Hoy parece que ya no queda nada de eso. 

Te quiero y tardaré en olvidarme de tí. De todo lo que me has hecho sentir. De lo feliz que pude llegar a ser. Te quiero y este adiós es forzado, pues aún si tú me lo pidieras yo estaría en tu puerta, porque jamás podría negarme a  verte una vez más. 

Lágrimas en mis ojos, pensamientos que fluyen... eres eso que siempre está en mi mente. Eres a lo que me recuerdan los olores más dulces en la calle, el frío en mis mejillas o los paisajes más bonitos. 

Hubo un tiempo en el que creí que juntos podríamos lograrlo todo, que había encontrado a ese alguien que me iba a acompañar en los buenos momentos y en los malos y, no digo que no lo hayas hecho, digo que ya te has cansado. 

Yo nunca he sido normal. Yo tengo muchas taras, soy muy imperfecta y hago enloquecer hasta la persona más paciente. Nunca quise hacerte daño, nunca quise que lo pasaras mal. Todo lo contrario. 

Pero no me ha salido bien, no nos ha salido bien.

Tienes que entender que si quieres a alguien quieres estar con él. Pedirle a un enamorado que no se obsesione por ver a la persona que ama es pedir un imposible. 

Ojalá nadie te rompa el corazón y si lo han hecho que no lo vuelvan a hacer. Ojalá siempre seas correspondido porque ya sabes lo que siempre digo lo mejor que te puede pasar en la vida es que ames y seas correspondido. 

Nunca olvidaré los buenos momentos. Tú has marcado un antes y un después en mí. Ahora tengo que ser fuerte. Quizás algún día nos volvamos a encontrar, renovados, más fuertes y con menos problemas. Siempre supimos que el momento no acompañaba y nos la jugamos. Por un momento pensé que nos estaba saliendo bien. 

Escribir parece más fácil cuando uno está roto. Me brotan de igual manera las lágrimas que las palabras y creeme, a mí se me hinchan los ojos de llorar. 

No voy a pensar en qué es lo que te pierdes o qué es lo que dejas de ganar. No tengo precio, alguien me valorará más y otros me valorarán menos. Yo soy yo y eso es algo tan dificil de cambiar como pedirme que no desee verte aunque sea una última vez. 

Nos dimos nuestro último beso sin saberlo, nos dimos nuestro último abrazo sin pensarlo y me torturo por no haberlo aprovechado bien, porque siempre será agridulce y porque nunca me lo imaginé.

Adiós a una bonita historia que yo construí en mi mente. Adiós a tí, persona maravillosa que me ha enseñado mucho. Gracias a ti soy una nueva yo. 

Ojalá todo nos vaya bien.